Nuestra experiencia de más de diez años es que el alumnado de estos cursos, independientemente de la motivación que les haya traído hasta ellos, no solo se convierten en excelentes instructores de yoga sino en sus más entusiastas y disciplinados seguidores y los mejores amigos y compañeros de camino; porque estos cursos no solo transforman positivamente nuestras vidas sino que constituyen una experiencia de convivencia y amistad al más alto nivel.